Autora: Carolina Novo
Ubicación: Salinas de Lo Valdivia
Profesor Guía: Alejandro Orellana
La Ruta de la Sal es un proyecto tipo parque productivo estacional de borde, en donde, se pretende develar tanto el carácter de los procesos de ocupación territorial que caracterizan al Estero de Boyeruca, como la estrecha relación que éstos establecen con los procesos naturales, reconociendo sus dinámicas no como elementos antagonistas u opuestos, sino más bien entendiendo que funcionan en conjunto como partes de un mismo sistema.
El proyecto La Ruta de la Sal, busca poner en valor esta labor, y se presenta como una posibilidad desde la arquitectura para promover la actividad productiva y contribuir a la difusión de ésta.
Se propone un sistema compuesto por equipamiento específico respondiendo principalmente a las necesidades productivas, privilegiando el carácter rural y la mutabilidad del paisaje de borde, potenciando su valor natural y productivo.
Uno de los elementos más importantes para el desarrollo de la propuesta, son los ciclos del agua. Éstos se manifiestan en el estero en las evidentes variaciones estacionales que constituyen una fuerza transformadora del espacio, ya que reconfigura el borde del estero, determinando cambios cíclicos en la morfología de La Ruta a lo largo del año.
Durante el invierno, las salinas desaparecen bajo la subida del mar al estero y se paraliza la actividad productiva. En cambio, durante el verano, el agua se recoge, apareciendo el trazado de las salinas, las parapetas y nuevos senderos que son de utilidad para la faena salinera.
Cuando esto sucede, uno de los pocos vestigios de la actividad salinera que queda sobre el estero, son las cambiadoras, trípodes de madera utilizados para “cambiar” el agua salada de una piscina, a otra con mayor salinización.
Reconocimiento de la arquitectura local como pieza clave del patrimonio paisajístico. A lo largo del pueblo existen una serie de pequeños y grandes galpones utilizados tanto como bodegas de acopio de sal, así como para guardar las herramientas del trabajo.
También por cada “parcelaje” de cuarteles, existen los saques, que son unas plataformas artesanales, a veces tipo deck de madera, a veces simplemente son sacos de nylon en el piso a modo de alfombra, en donde se saca la sal a orear, se pesa y se ensaca. Se toma en cuenta tanto el galpón de acopio, como el concepto del saque, como un potente referente para la propuesta proyectual.
El proyecto toma como referencia el trazado geométrico de las salinas, lo que supone un orden artificial superpuesto al orden natural, apelando de este modo, al valor escénico de las piscinas de evaporación.
Se trabaja el concepto de la parapeta como una pasarela elevada del suelo, capaz de tener una resonancia territorial, siendo delicadas frente a lo existente e inaugurando un nuevo suelo de circulaciones, como líneas sobre el territorio. Un asentamiento capaz de fundarse en un lugar carente de suelo.
En donde la experiencia a través del andar es protagonista, articulando mediante distintos espacios de acción y contemplación en un sistema que se equilibra en la relación entre pausa y recorrido.
Se configura así un nuevo paisaje inspirado en el trazado de las salinas, los ciclos del agua, y en los elementos arquitectónicos tradicionales presentes en el territorio directamente relacionados con la actividad productiva.