Música + Arquitectura o Viceversa
Las Conexiones entre la arquitectura y el arte han sido variadas y tienen larga data, desde lo pictórico, lo escultórico y también la música.
A pesar de algunos arquitectos como Adolf Loos que promulgaron que la arquitectura no podría pertenecer al reino del arte1, las diversas expresiones artísticas sí han permitido colaborar en la concepción de una obra de arquitectura, pero todas estas intenciones no convierten de ningún modo que esta sea considerada como arte.
Convengamos entonces que la música y la arquitectura no son un arte, si no mas bien son una disciplina, y solo para aquel que no la ejecuta se transforma en arte.
Las relaciones entre arquitectura y música no son solo en cuanto a su representación gráfica2 y geométrica (v. Fig 1,2,3),sino que también se aproximan en cuanto a su lenguaje, ya que términos como altura , verticalidad, horizontalidad, ritmo y armonía son usualmente utilizados tanto por músicos como arquitectos para poder expresar con palabras las cualidades que posee una pieza musical o un espacio arquitectónico respectivamente.
Uno de los Casos más emblemáticos de experimentación entre arquitectura moderna y música son los trabajos realizados por Le Corbusier y Iannis Xenakis , obras como el Pabellón Phillips, y el monasterio de la Tourette fueron claras aproximaciones entre ambas disciplinas.
El “poema electrónico” ,fue el nombre que dio le Corbusier al Pabellón Phillips en la exposición internacional de Bruselas del año 1958 (v. fig 4) , constaba con 598 m2 construidos y fue obra de Le Corbusier y Iannis Xenakis, la música estuvo a cargo del músico Edgard Verèse, la iluminación a cargo de Jean Petit y las proyecciones por Philippe Agostini. El pabellón Phillips se realiza fundamentalmente para la experimentación audiovisual y específicamente dio cabida a una producción de espacio-color-luz y música.
El espectáculo visual constaba de cuatro elementos: Colores ambientales, una proyección fílmica, proyección de imágenes de formas simples y formas tridimensionales suspendidas.
En el interior del pabellón una composición sonora de ocho minutos realizada por el músico Edgard verèse se escuchaba junto a las filmaciones e instalaciones lumínicas. También se escuchaba un intermedio de dos minutos con la pieza musical concrete PH del mismo Xenakis.3
El pabellón en si mismo fue una exposición de arte integrado y es considerado uno de los primeros espectáculos multimediales del siglo XX.
El trabajo conjunto entre Le Corbusier y Xenakis también dio origen a los “paneles de vidrio ondulantes”, nombre que dio le Corbusier al trabajo realizado por Xenakis para la fachada del Monasterio de Sainte Marie de La Tourette (1957).( v. Fig. 5-6)
La colaboración en el Monasterio coincide con el tiempo en que xenakis esta creando “metástasis”, una composición musical para orquesta clásica de 65 ejecutantes, pieza musical basada en el Modulor y los estudios matemáticos de xenakis que sirve de base para la disposición de los elementos verticales que componen la fachada oeste del monasterio.
En “metástasis” la intervención de la arquitectura es directa y fundamental gracias al Modulor de Le Corbusier.
Otro ejemplo un poco mas reciente es el Museo Judío de Berlín proyectado por el arquitecto y músico Daniel Libeskind, en esta obra el edificio transforma en lógica constructiva la música de Schönberg. Libeskind, que abandonó la práctica musical para dedicarse a la materia arquitectónica, hizo la planta del museo basándose en el trazado resultante de unir los puntos donde se ubicaban antes de la Segunda Guerra Mundial los hogares de judíos en Berlín. (v. Fig. 7 ).
Su arquitectura utiliza un lenguaje de ángulos sesgados, geometrías que se intersectan, y líneas quebradas para comunicar sensaciones de pérdida, ausencia y memoria4.
Libeskind alude a Schöenberg y su ópera inconclusa: Moises y Aron para señalar según palabras textuales “lo que se ha perdido y nunca podrá ser recuperado”.
En esa ópera existen vacíos que Libeskind relaciona a los vacíos que dejaron la muerte de tan enorme cantidad de judíos. La alegoría nuevamente es el recurso utilizado para “escribir”esta música en la obra.
Libeskind señala:
“ Al final de la ópera, Moisés no canta, él sólo habla «oh palabra, tú palabra», refiriéndose a la ausencia de la Palabra, y uno puede entender como un “texto”, porque cuando no hay más canto, la palabra que falta que es pronunciada por Moisés, la convocatoria de la Palabra, la convocatoria de la Escritura, se entiende claramente. Intenté finalizar esta ópera con arquitectura”.5
El Museo Judio de Berlín es, ante todo, un ejercicio de desconstrucción que reafirma su arquitectura gracias a la Música. (v. Fig.8)
Otro arquitecto que durante años ha vinculado la música y la arquitectura de manera temporal pero no por eso menos espectacular, es Mark Fischer,que a mediados de los setenta cambió los edificios por la música. Fischer es el Creador del término «arquitectura móvil», y sus creaciones han dado por casi 40 años forma, color y luces al rock y al pop. Fischer creo para Pink Floyd en el año 1979 lo que él mismo considera como su obra Maestra; The Wall, montaje que repitió en Berlín el año 1990 y que modernizó y transportó por el mundo entero el año 2010.
Fischer es el responsable de muchos otros escenarios memorables como los realizados para Jean Michel Jarre en los años noventas. Artistas como Queen ,Led Zeppelin,E.L.O, Genesis,David Bowie,Peter Gabriel,Elton John,Rolling Stone, U2,Depeche Mode,Metallica,Iron Maiden, AC/DC,Pink,Madonna ,Radiohead son algunos de sus proyectos mas destacados, además ha estado a cargo de los montajes inaugurales de los últimos dos mundiales de futbol y las recientes tres Olimpiadas. (v. Fig. 9,10,11,12).
Fig.9-10 .- The wall / Pink Floyd
Fig. 11-12 .- U2 / Tour 360
Esta tangencia que desde tiempos remotos ha hermanado música y arquitectura ,se debe a que ambas van en la búsqueda de un estado mental mediante la utilización de lo tangible. He aquí la mejor aproximación y similitud entre ambas disciplinas, la arquitectura y la música primero se imaginan, después se representan mediante un lenguaje técnico dibujado para luego ser ejecutadas. Una se materializa, la otra no , pero ambas inundan y cargan de sentido a un lugar. Hilando un poco mas fino , la arquitectura y la música tienen en común que tan solo para quien las crea y/o ejecuta se manifiestan algunas decisiones de diseño o composición. Por ejemplo en la música existen ciertos símbolos y tonalidades que solo la puede “oir” aquel que lee en silencio la partitura, es decir (como dice P. Quignard 6 en su libro “el odio a la música”), solo con el “Ojo oímos las notas sensibles”.
La arquitectura una vez que se ejecuta su construcción la habitamos y solo para el arquitecto autor quedan ocultas algunas de las decisiones de proyecto que fueron determinantes junto a todas aquellas observaciones que detonaron la concepción de la obra.
Una buena obra de arquitectura es sobrecogedora , la música una vez que se ejecuta también es capaz de sobrecogernos, pero por si sola no construye un lugar ,la música necesita de un espacio para lograr su plenitud, tanto la arquitectura como la música no nos permite abstraernos de su presencia y son parte importante de nuestro diario vivir, ambas disciplinas cargan de emoción un lugar, una la vemos y la otra la escuchamos. La arquitectura es tangible mientras la música no lo es, Sin embargo la música prevalece por sobre la arquitectura por el solo hecho que,como dice P. Quignard; podemos dejar de ver pero no podemos nunca dejar de oír. 7
Freddy Sepúlveda M. / Arquitecto ULS / Profesor escuela de arquitectura de la Universidad de La Serena.
1 Loos («Architektur», Der Sturm, 15/12/1910, cit. por Gravagnuolo, p. 170) escribía: “Sólo hay una pequeña parte de la arquitectura que pertenezca al arte: el monumento funerario y el monumento conmemorativo. Todo lo demás, lo que sirve para un fin, debe quedar excluido del reino del arte.”
2 Algunos ejemplos de nuevas notaciones son las realizadas por músicos como; John Cage o Karlheinz Stockhausen, Schaeffer, Sylvano Bussotti, Zinovieff, G. Ligeti, entre otros.
3 El nombre de esta pieza musical alude a paraboloides hiperbólicos de concreto, que eran precisamente las piezas con las que fue construido el exterior del pabellón.
(Datos extraidos del texto “los vínculos entre música y arquitectura en Xenakis. De Edgardo Martinez).
4 Fuente: “Siglo XX arquitectura”, Jonathan Glancey
5 Extracto de la entrevista realizada por Doris Erbacher y Peter Paul Kubitz sobre el museo judío de berlin, publicada en el libro Jüdisches Museum Berlín,Verlag der Kunst,Dresden,1999,traducción de Marcelo Gauchat.
6 Pascal Quignard es un escritor francés. Además fue un indagador musical; violoncelista, fundador del Festival de Opera y Teatro Barroco de Versailles. Autor del libro “ el odio a la Música”
7Pascal Quignard , en la introducción de su ensayo “el odio a la música”, comienza diciendo algo tan tajante como cierto. “ no podemos no oír. Oímos desde antes de nacer hasta los instantes en que morimos”. Señala también que; “aunque no queramos oír y por lo tanto eventualmente nos tapemos los oídos , no dejaremos de oír porque inmediatamente al realizar ese acto,comenzamos a escuchar los latidos de nuestro corazón”.
Poeme electronique links
http://www.music.columbia.edu/masterpieces/notes/varese/notes.html
Mark Fischer Link
imagen portada , gentileza de Proyecto atmosfera.com